Ruta del Chuletón en Euskadi

El nos dedica esta entrada:

Once upon a time, que es como empiezan las historias que acaban con final feliz, había un país en el que los niños se extrañaban al oír la palabra entrecote. Entonces miraban a su amama y preguntaban qué era aquello. «Una chuleta sin hueso», respondía la señora aunque no fuera del todo cierto. Son dos cortes diferentes de la vaca: lomo alto y costillar. El pequeño no entendía porqué alguien iba a querer retirar el hueso de la chuleta, pero callaba y esperaba a la comida en la que muy seguramente caería un trozo del chuletón que habían comprado antes en la carnicería del pueblo. Eran tiempos de vacas gordas. Hasta existían aún los bueyes. Luego llegaron las vacas locas, después las flacas actuales, los carniceros se desesperan y el chuletón, un plato que sin necesidad de ser de kilo y medio se veía con relativa frecuencia en las mesas vascas pasó a ser coto de un puñado de restaurantes especializados. Porque por mucho que lo vea en menús y cartas, los lugares en los que se venera esta pieza de vaca no son tantos. Repasamos algunos de los más recomendables templos vascos de la chuleta. Prueba y verás porque esta es una historia de final feliz. Imposible que no sonrías después de llevarte a la boca un trozo de la rojiza joya de nuestra gastronomía. Y recuerda que esta selección, como todas, es necesariamente limitada. Así que ahí están los comentarios para que añadas tus lugares preferidos para degustar estos trocitos de ópalo cubiertos en sal gorda.

 

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